Poesía
FORMAS DE DESAPARICIÓN
POR RODRIGO ARRIAGADA-ZUBIETA
Publicado en el libro «Zubieta», 2019, Editorial Buenos Aire Poetry.
“¿Dónde termina el espacio?”
preguntaba el niño cuando era niño
y la vida bajo el cielo parecía un sueño.
Todo era un mar sin hombres,
sobreviviendo su naufragio:
ni charco, ni orilla, ni fondo del río
cosas que cambian de rumbo,
peces de sangre fría
que no sobreviven la dispersión de la luz.
“Chubascos aislados,
focos tormentosos de evolución diurna”.
La chica de la T.V. arroja al vacío
un aquí y un allá impreciso
y esa duda se parece al vapor químico,
espantosamente fuera del alcance de la vista.
El cansancio, el paraguas, el rumor de adoquines
formas de una misma constelación de aguas negras,
predicciones que ilustran un desencuentro que tendrá lugar
bajo un cielo cubierto de cenizas.
Una sola certeza: Miraflores con Huérfanos.
Ella olvidó decir lo único definitivo: “va a ser un día… un día”.
El tiempo está ideal para desaparecer
-a quién le importa- si desde 1973 alguien
habla por todos
sin ninguno de nosotros
como un actor vuelve a casa tras un largo día
y se estira con los pies descalzos
vomitando un soliloquio en boca de nadie.
Pero hoy eres adulto y estás aquí solo en los techos,
el aire es espantoso
y los hombres de negocios, a diferencia de ti, se ganan la vida
porque están hechos para la derrota.
Nadie habla contigo y no se te oye
incluso ahora que estás en lo más alto, ausente,
como un extraño sonido de los campanarios atardecidos
en el fondo de los seres rotos.
Va a ser un día… un día
en que no entrarás en contacto y observarás
el polvo rodando a tierra
con tu soledad agravada
por el paseo impúdico de las mujeres
a las 9 A.M.
después del primer orgasmo.
Otros indolentes sobrevivirán un tumulto de cal
adiestrados
en el gesto de despreciarse.